La subsecretaria de Agricultura (Chile), Ignacia Fernández, se trasladó hasta Cuiabá, Brasil, para integrar la reunión ministerial del grupo G20, el foro internacional convocado para establecer lazos de cooperación económica y al que Chile, asistió como país invitado a participar en ocho grupos de trabajo sobre: Transiciones Energéticas, Comercio e Inversiones, Agricultura, Empoderamiento de Mujeres, Finanzas Sustentables, Empleo, Turismo, y Fuerza Tarea para la Movilización Global contra el Cambio Climático.

Durante el 2024 el Grupo de Trabajo de Agricultura del G20 realizó nueve reuniones para preparar una declaración conjunta enfocada en la sostenibilidad y resiliencia de los sistemas agrícolas y alimentarios a nivel global. En este documento, presentado durante este foro, se plantearon retos claves para el sector, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Y, por otro lado, la necesidad de adoptar prácticas agrícolas sostenibles, mejorar el comercio internacional de alimentos, apoyar a los pequeños agricultores y promover la pesca y acuicultura.

Para garantizar la sostenibilidad de la agricultura y sus sistemas alimentarios, se propuso, entre otras iniciativas, promover soluciones innovadoras basadas en la ciencia y tecnologías emergentes, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de alimentos. Para potenciar el comercio internacional y la seguridad alimentaria, en tanto, se subrayó la necesidad fomentar un sistema comercial abierto y justo, evitando restricciones de exportación que perjudiquen la seguridad alimentaria.

Durante el plenario del Grupo de Trabajo de Agricultura, la subsecretaria Ignacia Fernández, precisó las principales iniciativas que está impulsando el Ministerio de Agricultura, para potenciar al sector silvoagropecuario.

“Chile cree firmemente que la agricultura y sus actores son parte integral de la solución a los desafíos globales de la sostenibilidad. A través de la agricultura familiar y sus organizaciones, los jóvenes rurales, las mujeres y los pueblos indígenas, hemos demostrado que es posible construir sistemas agroalimentarios resilientes, sostenibles e inclusivos”, señaló la Fernández.

“Estos actores no sólo garantizan la seguridad alimentaria, sino también aportan al bienestar rural, al desarrollo territorial equitativo, a la preservación de la biodiversidad y a dar respuestas productivas a los desafíos del cambio climático. En Chile, creemos que una agricultura abierta al mundo puede convivir y articularse con una agricultura familiar pujante y dinámica, que impulsa la innovación y la sostenibilidad en los territorios”, agregó.

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