Bioetanol: el “santo grial” de la química verde
La química verde ha encontrado en el bioetanol un verdadero “santo grial”: una molécula versátil, limpia y renovable que está marcando un antes y un después en la industria química global. Este avance cobra hoy aún más fuerza gracias a la apuesta de Arkema, una compañía líder a nivel global en materiales especiales, que ha […]
La química verde ha encontrado en el bioetanol un verdadero “santo grial”: una molécula versátil, limpia y renovable que está marcando un antes y un después en la industria química global. Este avance cobra hoy aún más fuerza gracias a la apuesta de Arkema, una compañía líder a nivel global en materiales especiales, que ha decidido utilizar exclusivamente bioetanol como base para producir resinas acrílicas. Con este desarrollo, el bioetanol se afirma como el insumo esencial para la producción sostenible, impulsando una transición hacia materiales de bajo impacto ambiental y dejando una huella de carbono mínima.
El bioetanol, derivado de biomasa sostenible, es la clave para producir un acrilato de etilo bio-basado que permite una reducción de hasta el 30% en la huella de carbono del producto final. Este tipo de acrilatos, fundamentales para crear recubrimientos y aditivos industriales, amplía las posibilidades de una química que respeta el medio ambiente, minimizando el uso de materiales fósiles y acelerando el camino hacia una industria química circular.
Arkema y la revolución del acrilato de etilo bio-basado
Arkema ha puesto en marcha este innovador proceso en su planta de monomeros en Carling, Francia, donde se emplea bioetanol como única fuente para el acrilato de etilo. Con un contenido de carbono renovable del 40%, esta nueva línea de producción no solo reduce la dependencia de materias primas fósiles, sino que respalda una producción que respeta los principios de sostenibilidad en cada etapa. Hervé Castres Saint Martin, presidente global de la división de monómeros acrílicos de Arkema, destacó que esta iniciativa en Carling es un “punto de inflexión para el sector,” una respuesta concreta a la demanda creciente por productos con menor impacto ambiental.
Este desarrollo va más allá de una producción limpia: refleja una tendencia global, donde las soluciones biobasadas no solo son posibles, sino cada vez más necesarias. Arkema, al optar por un acrilato bio-basado para sus resinas, no solo refuerza su compromiso con la química verde, sino que muestra el potencial del bioetanol como el insumo estrella que puede transformar los productos industriales que utilizamos a diario.
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