Biocombustibles: ¿un paso decisivo hacia la descarbonización?
La transición energética global está marcando un giro histórico en la industria de los combustibles. Los principales actores del sector petrolero, como BP, Chevron, Shell, TotalEnergies, ExxonMobil y Eni, están destinando miles de millones de dólares a proyectos de biocombustibles como parte de sus estrategias para descarbonizar. Según un reciente informe de Rystad Energy, estas empresas […]
La transición energética global está marcando un giro histórico en la industria de los combustibles. Los principales actores del sector petrolero, como BP, Chevron, Shell, TotalEnergies, ExxonMobil y Eni, están destinando miles de millones de dólares a proyectos de biocombustibles como parte de sus estrategias para descarbonizar. Según un reciente informe de Rystad Energy, estas empresas han anunciado 43 iniciativas relacionadas con biocombustibles, con planes que abarcan hasta 2030. Estas apuestas buscan satisfacer una creciente demanda global de combustibles sostenibles, especialmente en sectores como la aviación, el transporte pesado y la navegación marítima.
Un enfoque estratégico en biocombustibles avanzados
Entre los diferentes tipos de biocombustibles, los hidrocarburos vegetales tratados con hidrógeno (HVO, por sus siglas en inglés) y el combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) lideran las inversiones, representando casi el 90% de la producción proyectada. Estos combustibles, conocidos como «drop-in», pueden integrarse fácilmente en las infraestructuras existentes sin necesidad de modificaciones significativas, posicionándolos como una solución inmediata para reducir emisiones.
Con estas tecnologías, las petroleras están desarrollando 31 plantas completamente nuevas, seis proyectos de co-procesamiento —que combinan materias primas bio con el refinado de petróleo tradicional— y seis conversiones totales de refinerías. El co-procesamiento, en particular, en algunos países como Brasil, no es considerado un biocombustible elegible para cumplir los mandatos de corte.
Un futuro impulsado por residuos
TotalEnergies, por su parte, apuesta a una estrategia centrada en la sostenibilidad, buscando que el 75% de su producción provenga de residuos y biomasa para finales de 2024. Su enfoque en aceites usados y grasas animales no solo evita conflictos por el uso de tierras, sino que también contribuye al modelo de economía circular. ExxonMobil no se queda atrás, con su refinería Strathcona programada para iniciar la producción de 20,000 bpd el próximo año y 12 proyectos adicionales en camino para alcanzar los 200,000 bpd en 2030.
Lea la noticia completa aquí.