Europa está consolidando su liderazgo en la transición hacia un futuro energético sostenible. En 2023, la producción combinada de biogás y biometano alcanzó los 22 bcm (miles de millones de metros cúbicos), según el último informe estadístico de la Asociación Europea de Biogás (EBA). Este volumen no solo supera la demanda interna de gas natural de Bélgica, Dinamarca e Irlanda juntas, sino que también representa el 7% del consumo total de gas natural de la Unión Europea (UE).

Un impacto significativo en las emisiones de carbono

El auge del biogás y el biometano en Europa no es solo una cuestión de volumen, sino de impacto ambiental. Según estimaciones de la EBA, la producción actual de estos gases renovables podría evitar hasta 106 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año. Esto equivale a retirar de circulación a millones de vehículos de combustión interna, proporcionando energía renovable a 19 millones de hogares europeos y abasteciendo a más de 533,000 camiones de gas natural licuado (GNL) anualmente.

Biogás y biometano: claves para la resiliencia energética

La importancia estratégica del biogás y el biometano no se limita a su contribución ambiental. Con el 98% de la demanda de gas natural de la UE cubierta por importaciones en 2022, estos gases renovables representan una solución tangible para reducir la dependencia energética del bloque. “Europa tiene en las energías renovables, incluyendo el biogás, su mayor recurso para reducir la dependencia de proveedores externos. Su flexibilidad y capacidad de almacenamiento los convierten en aliados clave para integrar otras fuentes renovables”, afirmó Harmen Dekker, CEO de la EBA.

Un crecimiento exponencial liderado por el biometano

El biometano, más versátil y purificado, experimentó un crecimiento récord en 2023, con una producción que alcanzó los 4.9 bcm y una capacidad instalada de 6.4 bcm al primer trimestre de 2024. Este aumento del 21% en comparación con el año anterior refuerza su posición como pieza central en la transición energética.

Los sectores de mayor consumo energético lideraron su utilización: transporte (23%), edificios (17%), generación eléctrica (15%) e industria (13%). Esto demuestra el potencial del biometano para impulsar la descarbonización rápida de sectores críticos.

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